El primer plan de escapada de este blog no fue una excursión por la sierra, ni un libro de alpinismo, sino la escucha concentrada (sin hacer otra cosa) y relajada del primer disco del conocido músico británico Mike Oldfield, el archiconocido "Tubular Bells" (1973). A partir de este plan, que iba más allá de "poner música mientras hago otras cosas" (que es la forma en que yo y supongo que todo el mundo "escuchamos" música el 90% de las veces), establecí la pauta con la que he procurado cumplir todos los demás planes musicales -exceptuando conciertos-; creo que es una de las formas más reales -si no la más- de escapar verdaderamente con la música.
Como me gustó el resultado de la descripción que hice de la escucha del disco -probablemente no ha vuelto a salirme otra mejor con discos posteriores-, me propuse completar la trilogía inicial de Oldfield, plasmando un año más tarde el "Hergest Ridge" (1974). Casi sin darme cuenta (y, desde luego, sin intención -más bien en contra de mi deseo-), estaba siguiendo paralelamente la reedición comercial de esos mismos discos con nuevas remasterizaciones y demás, aunque hasta entonces anticipándome. Quizá por ello (huyendo de la coincidencia, vaya), pero también por pereza o simplemente por interés en otros discos y músicos, llevo dos años esperando completar el triple plan con el más aclamado no por la mayoría sino por los más entendidos y fans de Oldfield, "Ommadawn" (1975). Y ahí tengo precisamente la edición nueva, muerta de risa desde hace más de un año, y aún no la he escuchado, precisamente en previsión de proponérmelo como plan; Así que o lo reflejaba ya o no sé cuándo iba a ser... Ahora toca ponerse a ello... a ver si lo hago hoy mismo...
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