domingo, 6 de febrero de 2011

El plan 69 seguirá pendiente...

Pues sí que había transformado bien el sol la nieve de la cara este de Oso, si... ¡en vapor! Si es que no se puede uno malacostumbrar a dos inviernos como los últimos; En Guadarrama la nieve normalmente desaparece antes de transformarse, salvo en Peñalara y la norte de Cuerda Larga. Eso sí, abajo, en los largos caminos de aproximación de la Garganta del Río Moros, todo cubierto de nieve blanda; ideal para acabar reventado con el peso de un macuto de dos días. Vamos, que no me merecía la pena ni quedarme a pasar la noche, así que cuando estuve lo suficientemente cansado y convencido del escaso partido que se le podía sacar al tema, y a falta de alternativas "no cansinas", me volví en el propio día. Y menos mal, porque sólo con lo que hice, hoy tengo las piernas como si hubiera corrido una maratón...

1 comentario:

  1. Je,je. Muy bueno, Alberto, por decir algo... son cosas que pasan y que también tienen su gracia.

    :)

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