viernes, 28 de octubre de 2011

126: La llamada del silencio (Joe Simpson)

Me adentro en la lectura de este libro de Joe Simpson, motivado por la que sigue siendo mi obra favorita de la literatura de montaña -y quizá el libro que más me ha impresionado de cualquier género y subgénero-, "Tocando el vacío" del mismo autor. Apenas he empezado a leer el primer capítulo, y ya me he sentido transportado a un tipo de pared -de hielo- que sin embargo nunca he escalado, con ese estilo directo, emocionante y psicológico que tan rápido cala en el lector, haciéndote sentir pendiente de los mismos milímetros de piolet y crampón que a duras penas separan al protagonista de un probable final trágico. Ya veo por dónde van los tiros, entre otras cosas pero sobre todo: Una vez más, los miedos. Cuándo son motivados, y cuándo motivan consecuencias peores que las temidas. Me suena. Pero sólo llevo diez páginas y aún tengo que pasar por múltiples experiencias del alpinista norteamericano, con la culminación en un escenario épico, que además conozco (aunque sea de vista): El Eiger. Tiene muy, muy buena pinta. Ya os contaré, creo que no dentro de mucho, pues parece ameno y que engancha...

domingo, 23 de octubre de 2011

Barón Rojo, volúmen brutal

No volveré a dejarme los tapones para los oídos en casa si voy a un concierto a Vista Alegre
No volveré a dejarme los tapones para los oídos en casa si voy a un concierto a Vista Alegre
No volveré a dejarme los tapones para los oídos en casa si voy a un concierto a Vista Alegre
No volveré a dejarme los tapones para los oídos en casa si voy a un concierto a Vista Alegre
No volveré a dejarme los tapones para los oídos en casa si voy a un concierto a Vista Alegre
No volveré a dejarme los tapones para los oídos en casa si voy a un concierto a Vista Alegre
No volveré a dejarme los tapones para los oídos en casa si voy a un concierto a Vista Alegre
No volveré a dejarme los tapones para los oídos en casa si voy a un concierto a Vista Alegre
No volveré a dejarme los tapones para los oídos en casa si voy a un concierto a Vista Alegre
No volveré a dejarme los tapones para los oídos en casa si voy a un concierto a Vista Alegre

(...)

En realidad, la frase más coherente sería "No volveré a Vista Alegre" y punto, pero resulta que, por desgracia, es ahí donde tocan Dream Theater en febrero, así que al menos me lo tendré que pensar...

jueves, 13 de octubre de 2011

Ahora sí, cumplido 82: Senda de las Cabras y Maliciosa



A veces hay que matar la curiosidad para quedarse tranquilos, aunque luego el objetivo no cumpla con las expectativas. En este caso el objetivo principal o excusa era encontrar las clavijas de la Senda de las Cabras, por curiosidad doble, porque por un lado me llamaba la atención la existencia de clavijas en Guadarrama, y porque por otro ya las había buscado infructuosamente, quedándome aún con más curiosidad.





Al final, resultó que, sabiendo su ubicación aproximada, no fue tan difícil ni misterioso encontrarlas, ni tan poco complicado superarlas. Apenas dos tramos de unos 8 y 4 metros, con un total de no más de 12 clavijas, y que además se pueden superar sin usarlas en absoluto (en el tramo superior por una roca tres metros más a la derecha), sin que ni siquiera en este caso la dificultad llegue al II grado (como mucho en un punto muy concreto del tramo superior).





En fin, entretenido, pero poco más. Mucho hierro y pocas nueces. Y, sobre todo, si se puede hacer sin usarlas, ¿para qué se han puesto, cabras y lobo de chapa incluidos? Bueno, supongo que si no se hubiera hecho, este plan ni siquiera habría sido planeado. Pero, en fin, me quedo con las exploraciones improvisadas, como la última por La Pedriza. Pero, lo dicho, había que matar la curiosidad.



Para darle algo más de chicha a la excursión seguí subiendo hasta la Maliciosa. Y eso que, durante la subida a la Cuerda del Hilo o Sierra de los Porrones, me noté tan cansado que pensaba que lo daría por completado con lo de las clavijas. No sé si era por la falta de forma en esta época del año (ya quedan atrás las rutas más cañeras del año, y apenas he empezado a ir a correr), o por el inusitado calor en pleno octubre, o por la extraña mezcla de ambas cosas (cuando hace calor en agosto aun conservo la forma), pero el caso es que casi me medio mareaba en la, todo hay que decirlo, exigente subida hasta la cuerda. Así que el no renunciar y ver que iba mejorando (sin llegar a estar plenamente), además de ver que iba superando los tiempos que yo mismo había calculado, me produjo una sana satisfacción final.



Ahora bien, creo que si algo voy a recordar de esta excursión es la mencionada meteorología poco otoñal. Me produjo un sensación realmente extraña, con ese calor y esa sequedad en el suelo que parecían fuera de lugar, como queriendo hacerme creer que estaba en verano, pero no logrando convencerme. La verdad es que en la subida, sobre todo al principio, fue una cuestión que me agobió algo mentalmente. El poder sanador de la montaña no parecía funcionar, porque era la propia montaña la que parecía estar necesitada de que el agua la sanase, la sacara de ese ambiente impropio de la época.





También es verdad que luego a la bajada, por los bosques de La Barranca, comprobé que las faldas de la montaña siguen siendo uno de los pocos lugares en los que la vida parece aguantar más, con unos arroyos, fuentes y manantiales que resulta sorprendente que duren tanto. Eso sí, bastante menos caudalosos de lo normal, por no hablar de la diferencia con el ambiente esplendoroso que ese mismo lugar tiene en un otoño habitual. Esperemos que la cosa cambie en breve.

martes, 11 de octubre de 2011

Plan 82, nuevo intento: Clavijas de la Senda de las Cabras


  1. Lugar: Cuerda de los Porrones, Sierra de Guadarrama.

  2. Momento: Mañana.

  3. Plan: Hace poco descubrí que el lugar en el que se encuentran las clavijas de la Senda de las Cabras no era el que yo pensaba cuando me propuse el plan 82, error que me llevó al inevitable fracaso de ese plan. Tras ello decidí que si encontraba información sobre el lugar exacto en que se encuentran, lo pondría -"tal vez", dije más o menos- en la lista de "planes pendientes"; pero el hecho es que, o no encontré nada, o ni lo busqué -no recuerdo-, y lo dí por olvidado. Ahora sé que no hay que subir hacia el Risco de la Encina (como leí por ahí), sino a la zona de la Peña del Mediodía y la Torreta de los Porrones, o sea justo a la vertiente contraria (este) de la vaguada meridional del Collado de Valdehalcones. Así que recupero el plan aunque no estuviera en la lista de "pendientes".

  4. Itinerario: El Boalo - Ermita de San Isidro - Peña del Mediodía - Torreta de los Porrones (Senda de las Cabras) -Cuerda del Hilo o de los Porrones - Probable subida hasta La Maliciosa - Bajada a Matalpino o a Navacerrada, dependiendo de hasta dónde llegue y las apetencias (podría ser por Collado Porrón, por el Collado de las Vacas y el Arroyo de la Gargantilla, por el Arroyo de Peña Jardinera, por los Almorchones, o por el Collado del Piornal y La Barranca).