viernes, 28 de agosto de 2009

El sentido del trabajo, y de la vida.

En su libro de relatos breves "Como el río que fluye" (Planeta), el conocido escritor brasileño Paulo Coelho cuenta, entre otras, la historia de un tal Manuel, personaje que representa al muy común ciudadano ejemplar, tan ocupado -de manera mecánica- en sus responsabilidades profesionales y familiares, y siempre bajo las más estrictas y rutinarias reglas de lo socialmente correcto, que no le sobra tiempo para plantearse nada más. Un día sueña que se le aparece un ángel y le pregunta si podría pararse alguna vez quince minutos y no hacer nada salvo mirarse a sí mismo y al mundo que le rodea, a lo que responde que le encantaría, pero que no tiene tiempo. El ángel le replica:

"Todo el mundo tiene tiempo para eso, lo que falta es valor. Trabajar es una bendición cuando nos ayuda a pensar en lo que estamos haciendo, pero se vuelve una maldición cuando su única utilidad es evitar que pensemos en el sentido de nuestra vida".

Pues qué paradoja: Yo, que estoy en un caso prácticamente opuesto (no me siento demasiado comprometido con mi trabajo, y de hecho a veces lo aborrezco), precisamente encuentro en esa insatisfacción la manera de plantearme el sentido de mi vida. Y de momento encuentro sentido a varias cosas de mi vida, que nada tienen que ver con el trabajo... ¿Será mi p... curro una bendición?

martes, 25 de agosto de 2009

Cumplido plan 35: Espigüete.

De Espiguete


ADVERTENCIA: El montañismo es una actividad que supone riesgos. No debe realizarse sin la experiencia y el material adecuados. El autor se exime de toda responsabilidad sobre cualquiera de las posibles decisiones que pudieran tomar al respecto quienes lean esto, y por tanto de sus consecuencias.

De Espiguete


Las montañas, como las personas, pueden resultar parecidas, pero cada una es un mundo. Cada una tiene su paisaje, y cuantas más conoces y más te fijas en sus detalles, más diferentes resultan entre sí. Pero además hay montañas que destacan especialmente, que son más diferentes de lo habitual a las demás.

De Espiguete


El Espigüete, en el Alto Carrión o Montaña Palentina, es una de esas montañas especialmente destacadas. Aislada, altiva, imponente, espectacular en sí misma, al margen del entorno que la rodea -que tampoco está nada mal-.

De Espiguete


En el caso de esta soberbia mole caliza, yo además tenía acumulado un especial deseo por subirla. Había oído anécdotas y leído descripciones de la misma, y tres años antes había conocido su atractivo perfil desde cerca. Vamos, que le tenía ganas.

De Espiguete


En esos casos de especial deseo acumulado, es dificil discernir si se disfruta más con la ilusión previa una vez que el plan está en marcha, o con la propia realización del plan. De alguna manera, sabes que cumplir un sueño es despertarse del mismo.

De Espiguete


Pero es que en este caso además se daba otra circunstancia: Hacía bastante tiempo que no compartía una excursión de este tipo con tantos amigos. Ese es otro disfrute añadido, hasta el punto de que, ya de nuevo en casa, recuerdo más ese aspecto que la realización de la ascensión en sí. No es que no disfrutara de ésta; de hecho me pareció una gozada: Fácil aunque con sus entretenidas trepadas, con pasos vertiginosos pero sin pasar miedo sino más bien emoción, espectacular por sus vistas impresionantes... Fue la excursión perfecta (baño incluído), pero aún mejor fue la compañía.

De Espiguete


Así pues, he aquí que una montaña ha pasado de ser mito a ser realidad, y a pesar de que lo mejor de la experiencia no ha sido la propia montaña, no estoy en absoluto decepcionado: A veces lo que más esperas no es lo más importante. En cualquier caso, mejor marco imposible.

De Espiguete


Por último, hay que destacar que este plan ha sido finalmente posible gracias a una promesa. Una promesa que aunque no es necesario cumplir, porque la amistad se basa en cosas más importantes, sabes que, tarde o temprano, se va a cumplir, pues conoces a la persona que la hizo.

De Espiguete


De Espiguete


De Espiguete


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Descripción técnica de la ascensión

viernes, 21 de agosto de 2009

Plan 35: Espigüete.

  1. Lugar: Alto Carrión (Montaña Palentina).
  2. Momento: Este fin de semana, con el sábado como día de la ascensión.
  3. Plan: Idea 22 de la lista de posibles planes montañeros futuros: Ascensión al Espigüete. Una de esas montañas a las que llevo cogiendo ganas desde hace ya años. Por tanto, a cumplir un sueño. Y de nuevo en compañía de la buena.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Cumplido plan 34: Posets.

De Posets


ADVERTENCIA: El montañismo es una actividad que supone riesgos. No debe realizarse sin la experiencia y el material adecuados, ni tampoco es del todo aconsejable en solitario. El autor se exime de toda responsabilidad sobre cualquiera de las posibles decisiones que pudieran tomar al respecto quienes lean esto, y por tanto de sus consecuencias.

De Posets


"En la vida hay otros Annapurnas", decía Maurice Herzog, primer ascensionista de esa montaña, y por ello primer hombre en subir a un ochomil. Sin querer con esto hacer una comparación desmedida, esta vez yo también he sentido que tenía otra montaña a la que enfrentarme mucho más difícil que el propio Posets.

De Posets


Desde mucho tiempo atrás recuerdo que frecuentemente me costaba conciliar el sueño la noche anterior a una excursión. La preocupación solía ser precisamente la necesidad de dormirme pronto, ya que al día siguiente tenía que madrugar mucho más de lo habitual. Sin embargo, luego respondía bien físicamente en las caminatas y ascensiones, aún habiendo dormido poco y mal. Eso fue eliminándome tal preocupación, y me fui acostumbrando a conciliar mejor el sueño (eso, y después el hecho de tener que madrugar también entre semana). Más adelante volví a las vísperas montañeras en vela cuando empecé a participar en actividades de mayor envergadura, y más aun cuando después me decidí incluso a subir tresmiles pirenaicos en solitario (no olvidaré nunca mis temores previos al Garmo Negro).

De Posets


Últimamente empezaba a vencer esos miedos y preocupaciones. Desde septiembre del año pasado (Almanzor desde Candeleda) me he embarcado en una serie de actividades en solitario que he podido afrontar con casi total tranquilidad. Pero en este tercer viaje montañero por el Pirineo del año y octavo en toda mi vida tenía una preocupación enormemente más importante que cualquiera de las anteriores, y sí que he llegado a ver más difícil ese reto psicológico que el meramente montañero.

De Posets


No sólo no pegué ojo el día anterior al viaje; Durante el propio desplazamiento de Madrid a Eriste, Huesca, me sentía a veces acorralado por todo tipo de pensamientos turbadores. Es increíble hasta qué punto se puede volver uno aprensivo cuando ha vivido semanas tan emocionalmente difíciles. La paranoia de inseguridad que se siente cuando se ha visto tan de cerca la fragilidad de la vida, en la persona de tu ser más querido: ¿Le pasará algo mientras estoy de viaje? ¿Me pasará a mí y le daré un disgusto añadido? Esto último es siempre una componente psicológica cuando se hace montaña, incluso en terrenos relativamente fáciles como los que yo frecuento. Pero es que no era sólo la montaña lo que me daba miedo; casi me avergüenza dar ejemplos de los temores que se me llegaban a pasar por la cabeza, típicamente supersticiosos.

De Posets


Ya en Eriste la sensación seguía sin ser del todo tranquila. Evidentemente, la pregunta era si había sido una buena idea hacer un viaje en solitario en tal estado anímico. Sin poder distraerme hablando con amigos (lo cual es mucho más que una distracción, es un bálsamo). Pero tampoco me parecía conveniente resignarme a no hacer absolutamente nada durante unas vacaciones. Si habitualmente necesito escapar, en esta ocasión esa escapada me parecía vital para no volverme loco. Sólo que en esta ocasión escapar no era algo que consistiera simplemente en el acto de decidirlo y hacerlo; era algo mucho más difícil, algo no físico: hay preocupaciones de las que no puedes escapar, pues van contigo allá donde tú vas.

De Posets


Y sin embargo, el milagro se produjo. No hubo que enfrentarse a ninguna montaña psicológica. Fue la montaña de verdad, la física pero que parece tener vida propia como transmisora de emociones, la que acudió en mi auxilio y comenzó a sanar mi depresión dándome el aliento necesario, la medicina que necesitaba. Desde el momento en que me puse en marcha hacia el interior del macizo de Posets, pude notar la mejora, a verlo todo de manera más positiva. Y me parece increíble. Porque ya otras veces he vivido esa capacidad de la naturaleza para mejorar mi ánimo, pero entonces eran males "menores" los que trataba de curar: el mundanal ruido, el estres, la rutina, el hastío... Pero la manera en que en esta ocasión he superado algo tan sumamente difícil con sólo introducirme en paisajes pirenaicos me ha parecido asombrosa. Ya no me queda ninguna duda: la montaña será siempre mi mejor medicina, mi mejor psicólogo. Insisto, increíble.

De Posets


Y así, con ese optimismo renovado, la propia ascensión al Posets me resultó quizá la más fácil que he hecho nunca a un tresmil pirenaico. Es más, incluso el esfuerzo físico (este sí, muy importante en comparación con otras montañas de la zona), me parecía una ridiculez al lado otras luchas personales mucho más difíciles. Ahora ya no veía aprensión recordando lo negativo de la vivencia cercana de las anteriores semanas; Veía el ejemplo de la fortaleza frente al más difícil de los Annapurnas como muestra para que los demás no nos asustemos con montañas menores. Si tú estás conquistando ese tropecientosmil, no hay excusa para que nosotros no nos atrevamos con simples ochomiles.

De Posets


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De Posets


De Posets


De Posets


De Posets


De Posets


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Descripción técnica de la ascensión

Más fotos

miércoles, 12 de agosto de 2009

Plan 34: Posets.

  1. Lugar: Pirineo Aragonés.
  2. Momento: Desde hoy miércoles hasta el viernes o sábado (dependiendo de cómo salga).
  3. Plan: Idea 32 de los posibles planes montañeros futuros: Ascensión al Pico de Posets o Punta Llardana, por la ruta normal de la Canal Fonda; Previa aproximación a la zona del refugio Ángel Orús desde Eriste (PR HU - 36). (Mini - excursión optativa): Posible acercamiento al Vall dels Ibons (Ibones de les Alforches y de Grist).

lunes, 10 de agosto de 2009

Caminos.

"Delante de mi había dos caminos.
Yo elegí el menos recorrido.
Y así fue todo muy distinto."


De Robert Frost.

domingo, 2 de agosto de 2009

Difusos paisajes, difícil ascención. Frágil montaña, valiosa posesión.

No es un paisaje perfecto como el del Cervino.
Junto a frondosos bosques y acogedores prados hay campos yermos y pedreras descompuestas.
En las mismas laderas por las que caen aguas de vida, flamean terribles y a veces incomprensibles fuegos de muerte.
Y los caminos pueden ser agradables y atractivos, o duros y repulsivos.
Las ascensiones a veces se complican. Muros que no sabes por dónde trepar.
Paredes desplomadas, que sin moverse se te vienen encima.
No encuentras presas a las que agarrarte. Sólo ves abismos.
Afortunadamente, a veces se cuenta con buenos refugios: familia, amigos... abrigos indispensables para pasar las más oscuras y frías noches.
Y tarde o temprano puedes encontrar el corredor o el collado.
Y si no lo encuentras, superas dificultades que creías imposibles.
Subir a determinadas cimas es fundamental para entender que lo importante es el camino.
Y que el camino sigue. Al otro lado otro monte.
Ya veo el campo base. Ya asoma el valle.

La vida es la más frágil de las montañas. Y por eso es la más valiosa.
Seguiremos escalando, para volver a llenar la travesía de buenos paisajes.
Y para no olvidar lo mucho que tenemos; para que no haga falta sentir que podemos perderlo para saber amarlo.

Infinitas gracias a todos los que sabéis por estar ahí.