martes, 28 de diciembre de 2010

Impracticable 104

La cuerda sur de la Maliciosa Baja, hasta bastante altura, es un denso jaral, con lo que no se puede recorrer con un mínimo de comodidad. Hay que cogerla ya relativamente cerca de su final. Hasta que me convencí de ello anduve un par de horas peleándome con los arbustos para buscar una posibilidad y luego volver a bajar para salir del "brete", con lo que se me hizo demasiado tarde como para intentar otra alternativa sin que se me hiciera de noche.

Así, pues, no es un plan no cumplido, sino más bien directamente descartado...

domingo, 26 de diciembre de 2010

104: Cuerda sur de la Maliciosa Baja

  1. Lugar: Sierra de Guadarrama.
  2. Momento: Mañana lunes.
  3. Plan: Ascensión a La Maliciosa desde Mataelpino, por la cuerda sur de la Maliciosa Baja, Collado de las Vacas y cara este de La Maliciosa. Dentro de las muchas posibilidades de subida a esta famosa cima de Guadarrama, esta cuerda es prácticamente la única que me queda de entre las carentes de dificultad técnica (eso creo). La bajada podría ser de nuevo a Mataelpino, por el Arroyo de la Gargantilla desde el Collado de las Vacas, o bien a Navacerrada por el valle de La Barranca.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Escapar de uno mismo


De Calpurnio, en el 20 minutos.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Cumplido 103: "Tiempos modernos" (Charles Chaplin, 1936)



Cuando me propuse este plan mi única intención, además de disfrutar de un rato de buen cine, era la misma que con "Con la muerte en los talones" y "Encuentros en la tercera fase": revisitar una de mis películas favoritas de mi infancia, para comprobar cómo había afectado el paso del tiempo en mi disfrute de la misma. No buscaba intencionadamente relacionar esta película con el momento actual.

Porque Charles Chaplin estrenó en plena crisis económica de los años 30 del siglo XX esta sátira sobre el poder idiotizante del progreso sobre los trabajadores , y una vez vista la película, me pregunto qué efecto tendría que en la actualidad se realizase un film tan impactante sobre el tema como lo pudo ser éste en su día. Aunque claro, el problema actualmente está más que manido; da la sensación de que tanto hablar de lo mismo ha llevado, por aburrimiento, a aceptar lo contrario, incluso aunque nuevamente haya vuelto a fallar el sistema. También es verdad que la película no habla de nada que no se hubiera dicho antes, lo que pasa es que logra, con tanta sencillez, hacer universalmente comprensible el mensaje, que incluso 74 años después sigue llamando la atención.

Desde luego, no creo que cuando vi la película por primera vez hace más de 20 años llegase a tanta reflexión. Pero me imagino que algo debió quedar, con mayor o menor consciencia... ese símil inicial del rebaño de ovejas con la masa de trabajadores saliendo del metro...

En fin, poco logro recordar sobre si me reí más o menos entonces o ahora con la película (que no deja de ser, principalmente, cómica), sólo sé que, de todo el cine antiguo, las películas de Chaplin eran las que más me gustaron siempre. Y, desde luego, muy pocas veces me veo, como en esta nueva ocasión, tan pendiente de cada escena, de cada plano... no me deja oportunidad casi de pestañear: qué ritmo, qué expresividad, qué manera de enganchar al espectador... Eso es para mí el cine de verdad, el que, practicamente sin diálogos, dice tanto.

No voy a entrar más en un amplio ánalisis de la película, porque es tan mítica que no me atrevo con ella, se me queda muy grande. Sólo añadir que Chaplin era un verdadero artista, en todos los sentidos, no sólo por su versatilidad de disciplinas (en esta película, como en tantas otras, es actor, director, guionista, compositor de la banda sonora...), sino sobre todo por su espíritu: transmitir un mensaje social serio no estaba para él reñido con la posibilidad que la risa ofrecía de olvidar por un momento esos mismos problemas.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Cumplido 102: "Entre lobos" (Gerardo Olivares)

Hacia rutas salvajes contaba la historia real de Chris McCandless buscando en la naturaleza salvaje la verdad de su propia existencia. Entre lobos habla de otra vida real, la de Marcos Rodríguez Pantoja, que vivió once años aislado del contacto con los hombres, pero en este caso no intencionadamente sino como consecuencia de los sucesos de una infancia azarosa en la andalucía rural de la posguerra. Sin embargo, Marcos encontró sin querer lo que McCandless buscaba: Actualmente sigue pensando que aprendió más de la verdad de la naturaleza que de su posterior vida de adaptación a la sociedad.

Pero la verdad es que la película prefiere optar por una lectura poco pretenciosa, huyendo de reflexiones sociológicas demasiado profundas. Supongo que es un acierto, porque así deja que cada uno la sienta e interprete como quiera.

Bueno, es verdad que la cara que en general ofrece Gerardo Olivares de la naturaleza es la más amable, al menos a ojos de los personajes moralmente íntegros de la historia. Obviamente a mi me encanta esa mirada no sólo respetuosa, sino enamorada del mundo natural, que además evita la tentación de entrar en la polémica de utilizarse contra opiniones antiecologistas; simplemente nos dice: miren esta maravilla, señores, es la naturaleza; y ya está, que nadie se ofenda por un mensaje tan auténtico como positivo, porque la razón de la naturaleza es dar sustento a la vida de todos sus seres, incluido el humano, no hacerle la vida imposible a nadie. Al mismo tiempo que se muestra esa visión aséptica en ideologías pero emocionada en la estética y sentimientos, las diferentes reacciones de los lobos a las distintas actitudes de cada personaje humano sirven quizá como única metáfora intencionada: la naturaleza es como nosotros mismos, nos trata como la tratamos a ella.

Por lo demás, es una película que merece la pena por la belleza de sus imágenes, y en la cual se logra dar un ritmo narrativo y un tono dramático a un estilo más bien de documental. La verdad es que algunas escenas me parecieron tan alucinantes como bonitas. Y es cine del que transmite mucho con muy pocas palabras; hay muchos minutos mudos que tienen una gran emoción. Quizá flojea por los saltos temporales del final, pero en general es recomendable.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Cumplido 99: Bájame una estrella (Miriam García Pascual)



Si alguno de vosotros ha leído este libro (que no es improbable, pues se trata de una de las obras literarias españolas sobre alpinismo más conocidas de las últimas décadas), quizá le haya llamado la atención cómo he tardado tanto en cumplir el plan cuando apenas se trata de 65 páginas. Al margen de que he estado liado con otras cosas y planes, lo cierto es que no es un libro que pida ser leído con prisas; más bien sugiere degustarlo, repetir algunas frases, párrafos e incluso páginas enteras para captar más cosas, para sentir mejor las sutilezas, o simplemente para retener más tiempo las evocaciones de ambientes, como cuando te das la vuelta para volver a mirar el paisaje que continuamente estás dejando atrás durante una excursión. Además, no es una narración que exija continuidad para no perder el hilo. Y es tan cortito que da pena acabarlo.

Pero en absoluto es difícil de leer, al contrario. El estilo de Miriam García Pascual es sencillo, gráfico, cercano, auténtico y sincero, nada pretencioso. Y sin embargo expresa tanto... Lo cierto es que tenía una gran habilidad para decir mucho con pocas palabras. No renuncia a las sutilezas ni a la poesía, transmite sensaciones, experiencias psicológicas, emociones profundas, filosofía de vida. Cuando yo intento algo parecido, me veo recurriendo a frases rimbombantes, epítetos vistosos y palabras grandilocuentes, y me quedo corto. Me parece muy difícil escribir tan fácil como escribía Miriam.

Y también es muy llamativa la diversidad de temas que caben en tan pocas páginas. Partiendo de la base del diario del viaje que esta montañera y escaladora escribió durante un periplo de varios meses por América junto a otro alpinista, surgen los muy variados elementos que llenan toda vida, más aún cuando esa vida está alejada de la perspectiva monótona de lo convencional, y se busca hacer realidad el anhelo de la libertad.

Miriam quiso explicar el sentido del estilo de vida alpinista, tratar de responder a las recurrentes preguntas (que sólo hacen los adultos, que nunca haría un niño): ¿Por qué lo haces? ¿Qué sentido tiene? ¿Merece la pena? Ella misma aclara que seguramente no lograría hacerlo entender, que la única manera de entenderlo es viviéndolo, que las fórmulas de la felicidad no son matemáticas. De la misma manera que ella no podía entender verse a si misma afrontando una vida rutinaria.

Se presenta como alguien que "A los 22 años llegó a ser algo en la vida y se licenció en pedagogía; tres años más tarde ya no era nada y, simplemente, vivía." Con la misma lógica inocente con la que prefería a los niños condescendientes que a los adultos inquisitivos, no soportaba que la preguntaran "¿Qué vas a ser de mayor?". Se sentía vista como la "oveja negra" por quienes envidiaban su filosofía pero no se atrevían a vivir como ella. Pero al mismo tiempo ella envidiaba a quienes encontraban la felicidad en lo cotidiano, y sobre todo confesaba sufrir por el precio de la libertad, que es la soledad, como "el precio de ser pájaro es la esclavitud del viento", y más aún por la tristeza que su vida causaba en sus seres queridos. Pero tenía que elegir, y pensaba que lo que realmente la consumiría es que la metiesen en una jaula.

Cada parte del viaje comienza con la evocación del paisaje a conquistar. La imagen de la montaña anhelada, de la que logra transmitir al mismo tiempo la ilusión que ella sentía en esos momentos previos. Te sientes realmente frente al Gran Capitán (Yosemite, EEUU), y llegas a sentir que vas a participar en la misma aventura.



Las descripciones de las escaladas son casi nada técnicas, pero su sencillez evoca detalles concretos que ayudan al realismo. Aveces narra con sentido del humor anécdotas curiosas, otras profundiza en la psicología de las situaciones, suele buscar un sentido poético a muchos momentos, nunca se vanagloria de los logros, más bien al contrario: se ríe de los heroísmos: "Metí el clavo y volví a ser una escaladora cobarde y vulgar que no se volvió a caer en el resto de la vía".

Pero como dije se tratan muchos más temas y situaciones. Merecen mención aparte los reflejos que muestra de las realidades sociales de los países que visita, especialmente en Sudamérica. También vive sus propias rutinas dentro de su libertad vital: Establece campamentos en austeras cabañas en plena naturaleza, en las que también se siente feliz, porque son tan pequeñas que "no caben muchas cosas y todo lo que entra es importante."

Hacia el final, el libro adquiere un argumento casi de novela, de guión escrito maquiavélicamente, cuando las diferentes ironías de la vida confluyen en un episodio especialmente emotivo durante el asedio al Fitz Roy en Patagonia, Argentina. Es la única parte que exige ser leída sin interrupciones.



Tras leer el libro, no sé si quedan completamente respondidas las preguntas que intentaba resolver Miriam: ¿Por qué vives así? Pero creo que, en el caso de los alpinistas que escriben, una respuesta podría ser el propio libro, la literatura de montaña. Las experiencias aventureras vividas en primera persona permiten un punto de vista literario que ofrece un género de obras francamente romántico; se suman así a la intención del arte de poder evadir a los lectores de la rutina, en este caso desde la verdad de la experiencia real. Quizá jugarse la vida sea un sacrificio demasiado grande, pero veo cierto paralelismo con muchos de los grandes genios de la historia del arte, inadaptados en sus vidas personales. ¿Le preguntaríamos a Mozart, a Van Gogh, a Jack London o a Janis Joplin por qué vivieron así? Y perdón por las comparaciones.

jueves, 9 de diciembre de 2010

103: Tiempos modernos

Llevaba bastante tiempo sin proponer aquí planes sobre cine, y de repente se me juntan dos. Éste clásico del gran Charles Chaplin lo tenía pensado desde hace mucho como parte de la serie de revisiones de películas favoritas de mi infancia, como ya hice con "Con la muerte en los talones" y con "Encuentros en la tercera fase", y de repente me he enterado de que lo ponen esta noche en la tele (en uno de los muchos canales de la TDT; algo bueno tenían que tener de vez en cuando).

martes, 7 de diciembre de 2010

102: Entre lobos

Esta película, que además está basada en hechos reales, vuelve a tocar el tema, ya visto en este blog, del regreso a la vida en plena naturaleza. Con una diferencia: el protagonista lo vive (o lo vivió) obligado por sus circunstancias. Habrá que verla, y comentaré aquí lo que me aporta.

domingo, 5 de diciembre de 2010

No cumplido 101: Montón de Trigo



...Al final nos quedamos en Cerro Minguete, a poco más de cien metros de desnivel de la cima, observando, con la miel en los labios, ese aspecto tan apetitoso que el objetivo mostraba desde aquí. Pero la excursión se hizo demasiado larga, debido a lo blando de la nieve, para una época con tan corta duración de la luz solar.







La verdad es que no fue un gran día. Al margen del objetivo frustrado -y donde más duele, o sea a tiro de piedra (aparentemente)-, lo muy visto que tenemos el itinerario, la elección de los caminos más anchos (carreteras y pistas) para buscar mayor comodidad y rapidez, en vez de originalidad o belleza de la ruta, la gran muchedumbre en algún momento de la subida, la diferencia entre la nieve virgen en la excursión anterior y la ancha y constante huella en esta (más cómodo pero menos romántico)... Son varios elementos que, por comparación con otras ocasiones anteriores, hacen que no pasara de ser una excursión entretenida y bonita pero algo carente de la magia de otras veces.







De todas formas, está claro que merecía la pena ir a ver la buena nevada que había caído en la Sierra, sea cual fuere el resultado. Desde luego, más rabia me habría dado quedarme en casa sin aprovecharlo, mientras pensaba en cómo las lluvias se llevan buena parte del manto blanco (lo cual ya está ocurriendo, mientras escribo esto).







Esperemos que el resto del invierno sea propicio, como lo han sido los dos anteriores.

viernes, 3 de diciembre de 2010

101: Montón de Trigo

  1. Lugar: Sierra de Guadarrama.
  2. Momento: Mañana sábado.
  3. Plan: Parece ser que a partir del domingo llegan las primeras lluvias tocapelotas de la temporada invernal, que son las que, en la modesta Sierra de Guadarrama, suelen llevarse buena parte de la nieve que se había acumulado hasta el momento. Antes de que eso ocurra, como mañana sábado va a hacer bueno, merece la pena aprovechar para hacer una excursión y disfrutar de la nieve que ha caído la última semana, que parece que no ha estado mal. Como estará blanda, optamos por un objetivo fácil: Montón de Trigo por su cuerda normal (sur), desde Cercedilla. Nunca he subido a esta montaña con mucha nieve, de ahí que la haya elegido; espero que esté espectacular.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Cumplido 98: "The Black Light Bacchanalia" (Virgin Steele)

Al igual que me pasó con el último disco de Iron Maiden, las primeras escuchas del nuevo trabajo de Virgin Steele me han obligado a darle más tiempo. Desde el primer momento me ha sabido a poco, pero reconociendo al mismo tiempo que tenía bastantes elementos de calidad, así que no quería precipitarme en esa decepción inicial. Había que comprobar qué pasaba al pegárseme más las canciones.

Y al igual que con el mencionado disco de Maiden, el esfuerzo no ha supuesto una gran recompensa. No es que "The Black Light Bacchanalia" me parezaca malo, ni mucho menos, o que no me guste, es que no me motiva como lo hacían sus discos de hasta hace diez años, ni de lejos.

El disco me agrada, tiene ese estilo tan característico del grupo que mezcla sinfonismo, melodía y sonido pesado, las composiciones tienen un más que aceptable nivel de calidad, y la limpieza del sonido y mezclas es bastante buena. Pero le falta mucho para llegar al sobresaliente nivel de la banda a finales de los 90.

En aquellos "Marriage of Heaven & Hell, Part 2 " (1995), "Invictus" (1998) o "The House of Atreus, Act I" (1999), el líder del grupo David DeFeis había alcanzado la plenitud como compositor en su idea de llevar el heavy metal a la mayor dimensión épico - sifónico - progresiva posible; había dado con las teclas de la combinación perfecta de ingredientes, y para mi gusto había grabado los mejores discos de la historia del grupo, sin desdeñar su también destacable pasado desde comienzos de los 80, cuando tiraban a un sonido más directo y heavy, a veces incluso hard rock.

Pero creo que a estas alturas la fórmula, si no agotada, está algo manida, y ya no me sorprende. Ya el "The House of Atreus, Act II" (2000), si bien mantenía muy dignamente el nivel, no suponía una subida a un escalón más alto, y desde luego "Visions of Eden" (2006) fue un bajón claro. Con este nuevo disco se confirma la tendencia, con matices.

La canciones de "The Black Light Bacchanalia" me parecen más trabajadas que en "Visions of Eden" en cuanto a la complejidad de las estructuras, con más cambios de ritmo por ejemplo, pero melódicamente me parecen menos brillantes que en el anterior disco. Con respecto al sonido, que es bueno en cuanto que me agrada al oído y está todo mezclado con claridad, me parece que le falta algo, no sabría decir si pegada, énfasis o autenticidad, como también le pasaba a "Visions of Eden". Aunque en general han corregido algo la falta de fuerza de las guitarras rítmicas del anterior, sigue sonando algo artificial, como si se notara quizás el sonido de la programación informática previa que tanto se usa tanto ahora en las primeras fases de grabación de discos, aunque finalmente se revista de los instrumentos reales.

La conclusión es que está todo bastante bien, pero no me impresiona ni me sorprende como los discos antes mencionados, ni mucho menos. El grupo se ha quedado estancado en la idea épico - melódico - sinfónica, con menos variedad de unas canciones a otras, con pocos detalles realmente progresivos como los amplios solos de piano de "The House of Atreus" (y eso que, como acompañamiento, el piano suena ahora más), y desterrada totalmente la vertiente hard rock que aún aparecía eventualmente en los "The Marriage of Heaven & Hell".

En fin, todo tiene sus épocas doradas, y también sus fechas de caducidad.

P.D.: Dicho lo cual, ahora mismo lo estoy escuchando mientras escribo esta entrada, y en general lo estoy disfrutando. Lo mismo es cuestión de darle aún más tiempo... a ver si voy a tener que reescribir el post...