domingo, 28 de febrero de 2010

No más preguntas sobre la primera vez...

...ni sobre qué tipo de trabajo busco, ni sobre a qué me gustaría dedicarme, ni...

...No más preguntas sobre lo que no tengo respuestas, por favor.

jueves, 25 de febrero de 2010

Cumplido plan 66: Coraline.

Acabo de terminar el libro, y tampoco se me ocurre demasiado que comentar. Creo que, sin ser igual que la película "Los Mundos de Coraline", la novela que dio origen a aquella no me ha aportado más que cuando vi el film. Es más, me parece que todo el trasfondo o sentido metafórico de la historia que percibí en el cine, y que comenté en estas dos entradas que subí en su día: 1 y 2; en el libro está muy vagamente sugerido. Supongo que se debe a que es literatura juvenil, y la película trató de ser algo más adulta. Pero no descarto que yo me autosugestionara buscando la vuelta de tuerca viendo la película.

En cualquier caso, como entretenimiento no ha estado mal, y de todas formas creo que el autor, Neil Gaiman, escribe bien y sobre todo tiene una imaginación y unas ideas francamente ingeniosas. Obviamente, el mérito de la historia es suyo, al margen de lo que aportaron después los guionistas de la película.

domingo, 21 de febrero de 2010

SI cumplido plan de escapada 67: Peña del Águila



ADVERTENCIA: El montañismo es una actividad que supone riesgos. No debe realizarse sin la experiencia y el material adecuados. Tampoco es del todo recomendable en solitario. El autor se exime de toda responsabilidad sobre cualquiera de las posibles decisiones que pudieran tomar al respecto quienes lean esto (que nunca debe entenderse como una "guía"), y por tanto de sus consecuencias.



Bueno, al fin pude cumplir de nuevo un plan propuesto. Y es cierto que el objetivo no era complicado, aunque por un lado se hizo esforzado por el estado de la nieve, y por otro ha llegado un punto en el que hay que valorar que las circunstancias (sobre todo meteorológicas) puedan dar una pequeña tregua, con lo que cualquier cosa que se haga ya produce satisfacción. De hecho, cuando ayer comencé la excursión toda la zona central de la sierra estaba tapada de nubes, y ya pensaba que se iba a fastidiar de nuevo (otra vez las previsiones equívocas...)





Pero lo cierto es que finalmente fue un día estupendo. Y hay que decir que ayer lo de menos fue la actividad realizada. Es verdad que en montañismo, como deporte que es, hay un porcentaje de disfrute que depende del valor o dificultad de la conquista lograda. Pero no es menos cierto que, debido al marco en que se desarrolla, los disfrutes se multiplican y diversifican: el paisaje, la vegetación, la fauna, la armonía de la naturaleza, la paz, el silencio, la limipeza del aire, la soledad, etc., etc. De esta manera, unas veces se siente uno más realizado por lo que ha sido capaz de hacer en montaña, y otras se siente agradecido a lo que la montaña le ha ofrecido. Ayer fue, con creces, una de las segundas ocasiones: Un disfrute paisajístico inolvidable.







La sierra estaba vestida de gala invernal como pocas veces. Yo ya no recordaba esta zona de Guadarrama con tanta nieve. ¿Cuándo íbamos a poder ver esta sierra nuestra como se ve en esas viejas fotos de la estación de Cercedilla?, me preguntaba la semana anterior (como tantas veces antes), después de bajar de la Maliciosa... Pues ayer fue ese día. Era un sueño deseado muchas veces, al fin cumplido. La cara sur de Siete Picos, La Maliciosa, Mujer Muerta, el Valle de la Fuenfría... todo blanco, todo precioso. Alucinante.









También es cierto que las condiciones eran las que he esperado tantas veces para subir al Cerro del Castillo con el fin de obtener una panorámica general de la sierra lo más nevada posible (planes 7, 58 a y 58 b). De hecho, hubo un momento en que me debatí sobre qué hacer: la sierra estaba más nevada que en esas tres ocasiones anteriores, y ya es un reto paisajístico - fotográfico muy anhelado; iba a tener la mejor oportunidad... pero ya estaba cansado de subir una y otra vez al Cerro del Castillo; ya me parecía una idea repetitiva. Me debatía entre ese deseo tan buscado y deseado y tan difícil de encontrar el día más adecuado, y la desgana de lo rutinario... Realmente me apetecía hacer algo menos habitual (a Peña del Águila sólo había subido dos veces, y nunca con nieve), pero me daba rabia desaprovechar un tipo de día que es dificilísimo encontrar, y que había casi reservado para ese plan...





Hasta el punto de que el sábado, al despertarme una hora antes de lo planeado y no coger sueño ni sentir que tuviera demasiado (sorprendente), decidí coger el tren anterior. Pensé entonces que, dado lo relativamente breve y fácil del plan de Peña del Águila, lo mismo podía primero bajarme en Collado Mediano, en un par de horas subir al Cerro del Castillo, hacer las fotos y bajar al tren de las 11:15 a Cercedilla, posiblemente dándome tiempo luego a subir a Peña del Águila (a costa de darme una paliza un poco estresante). En cualquier caso, compré en Atocha el billete a Cercedilla para poder decidirlo por la marcha, a la vista del panorama de la sierra. Es entonces, desde el tren, cuando pude comprobar que nuevamente la previsión meteorológica parecía haberme tomado el pelo por enésima vez: anunciaban poco nuboso aumentando a intervalos nubosos a mediodía, y a las 8:30 ya estaba desde La Peñota a La Najarra completamente cubierto... Me quitó de encima el peso del Cerro del Castillo, que descarté rápidamente, pero ya volvía a ver un nuevo plan frustrado...





Ya en plena excursión, subiendo hacia el objetivo, y con las nubes tapando todas las cumbres de la zona (incluída "la mía"), empecé a mentalizarme de que aquello no parecía que fuese a ser un itinerario panorámico. Lo que tenía claro es que Peña del Águila es un terreno de fácil orientación, con sendas que seguramente tendrían huella hasta, al menos, la pista de la Calle Alta, y probablemente también hasta el Collado de Cerromalejo, y luego un constante muro de piedras haría rara la pérdida por la cuerda aun con niebla. Esta vez no quería escribir aquí lo de "NO cumplido"; por mí no iba a ser, aunque las nubes y AEMET me la volvieran a jugar.





La filosofía de la excursión tomaba entonces otro cariz. No era el disfrute paisajístico, sino el valor del "regustillo aventurero". Es decir, que parecía que iba a ser de ese tipo de actividades de satisfacción personal por lo logrado, más que admirar la belleza de la montaña invernal.





Pero luego la cosa volvió a cambiar. En parte porque, para evitar el sudor de subir con polar y cortavientos (sin querer quitármelos pues hacía bastante frío y viento), iba parando bastante, y en parte porque en esas paradas si iba disfrutando de la belleza del entorno cercano, de los pinares nevados, de los detalles del hielo, de la fotografía. El caso es que iba subiendo despacio, y le di tiempo a las nubes para que, ya en la subida final, acabaran descubriendo casi toda la sierra. Y entonces fue una sorpresa poder disfrutar de aquel paisaje tan conocido pero pocas veces tan lujosamente adornado de blanco.











Entonces comprendí que lo del Cerro del Castillo era lo de menos. Aquel era otro lugar perfecto para poder disfrutar de una panorámica nevada de la sierra. De hecho, aún mejor. Un día inolvidable.















viernes, 19 de febrero de 2010

Plan 67: Peña del Águila.

  1. Momento: Mañana sábado.
  2. Lugar: Valle de la Fuenfría, Sierra de Guadarrama.
  3. Plan: No me lo puedo creer: Ha caído bastante nieve en la sierra, y mañana, día libre, va a hacer un tiempo razonablemente bueno. Como para desprovecharlo. Plan facilito dado lo blandos que deben estar los veinte centímetros superiores del manto nivoso: Subida a Peña del Águila desde Cercedilla, por el Camino Puricelli hasta el Hospital de la Fuenfría, Vereda de la Piñuela, Collado de Cerromalejo, y ya por la cuerda hacia el norte hasta la cima. Bajada por la continuación de la cuerda hacia el noreste, Collado de Marichiva y..., probablemente, continuación por la Carretera de la República, pasando por el Puerto de la Fuenfría, hasta los Miradores de los Poetas, para obtener una buena vista de los Siete Picos nevados (a ver cuánto). De ahí, bajada a Cercedilla por el camino más directo posible (por la propia cuerda de esa estribación). Dudo que tenga fuerzas (físicas y psicológicas) para animarme a subir a Montón de Trigo, pero es una posible alternativa una vez que llegue al Collado de Marichiva.

jueves, 18 de febrero de 2010

Plan 66: Coraline (Neil Gaiman)

  1. Momento: Próximos días.
  2. Plan: Estoy leyendo dos libros al mismo tiempo, y va mi prima y me hace llegar éste de Neil Gaiman. Menos mal que de los otros dos uno es de relatos cortos, y el otro, "Escaladas en los Alpes", son narraciones también independientes entre sí de las ascensiones del alpinista A. F. Mummery (plan 62). Y menos mal que este "Coraline" es literatura juvenil con letra más bien grandecita, apenas 150 páginas, y ya vi la película (plan 30) basada en el libro.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Maneras de vivir...

En un programa documental de esos tan de moda actualmente, de los que los reporteros graban saliendo a la calle con una cámara doméstica para aumentar el realismo (profesionales jugando a amaters), la periodista pregunta a un indigente:

- ¿Y cómo puedes vivir así, con el frío que hace en invierno?

A lo que el `sin techo´, ni corto ni perezoso, responde mas o menos así:

- Eres tú la que deberías preguntarte cómo puedes seguir viviendo con el estilo de vida de esta sociedad.

lunes, 15 de febrero de 2010

NO cumplido plan 65 (El Peñotillo)



ADVERTENCIA: El montañismo es una actividad que supone riesgos. No debe realizarse sin la experiencia y el material adecuados. El autor se exime de toda responsabilidad sobre cualquiera de las posibles decisiones que pudieran tomar al respecto quienes lean esto, y por tanto de sus consecuencias.



Pues no, éste tampoco. De nuevo, no cumplido. Últimamente están "fracasando" unos cuantos planes (no me estoy llevando bien con este invierno).



En esta ocasión la sensación de frustración ha venido motivada por varias circunstancias. Por un lado, llevábamos varias semanas esperando que hubiera un finde con tregua meteorológica para poder irnos un par de días a Gredos. Cuando por fin parece que va a llegar el momento adecuado (y sin errores aparentes en las previsiones), y ya lo tenemos casi decidido, al final me echo para atrás por otra circunstancia meteorológica: el frío: la idea era dormir en un refugio libre sin chimenea a unos 2000 metros de altura, y la temperatura prevista era de unos -14ºC a esas altitudes. Al principio estaba dispuesto a hacer frente al reto, pero pronto me di cuenta que estaba más preocupado por la posible situación que ilusionado por el viaje; cuando vi que la cuestión me quitaba el sueño, decidí liberarme del peso echándome para atrás y dejándolo en excursión de un día. Eso sí, es cierto que efectivamente me quedé más tranquilo que frustrado por renunciar. Pero supongo que algo queda en el subconsciente...



La segunda cuestión consistía en buscar una alternativa de un día. Como siempre, tratamos de buscar por Guadarrama algo que nos pudiera llamar la atención por la originalidad (qué poco queda ya, aparentemente...). Tras mirar ventajas, inconvenientes y apetencias de varias opciones, decidimos finalmente retomar una idea manejada atrás -no hace mucho, la verdad-, que era subir al Peñotillo de la Maliciosa por su relativamente poco conocida cara suroeste: ni habitual para senderistas - montañeros, ni interesante para escaladores (que como mucho la usarán para bajar una vez escalada otra pared). Pero por un lado estaba bastante reciente nuestro conocimiento de ésta ruta, aunque de bajada, en el plan 46, y a mí me daba la sensación de ser un pelín pronto para que nos llamase la atención, y por otro -y ésto si me llegó a fastidiar bastante a posteriori-, sospechábamos que podía haber hielo formado en alguna necesaria trepada, impidiéndonos el paso, lo cual se confirmó in situ. Me dio rabia que no lo hubiéramos tomado por más evidente, dado el frío.



Lo de la cierta falta de originalidad o sorpresa en la vía de acceso a la cumbre del Peñotillo lo suplimos improvisadamente con una buena y agradecida idea: recorrer toda la Cuerda de los Almorchones desde la zona del Collado de los Escondidos (antes de llegar al Embalse de la Maliciosa), cosa que, además de no haber hecho nunca, tenía mucho sentido pues es la misma cuerda a la que pertenecen el Peñotillo y La Maliciosa.



Y en esta parte del recorrido disfrutamos de nuevas perspectivas de un paisaje conocido, situados en la divisoria de los valles del Arroyo Tijerillas y el de Peña Jardinera, contemplando privilegiadamente otras dos cuerdas a ambos lados, aún más llamativas que la nuestra: la de las Buitreras y la de Los Asientos. Es una de las zonas más vistosas de Guadarrama, y cada nuevo punto de vista descubierto proporciona un aun mayor apego a una montaña que nunca acaba de ser conocida del todo. En el fondo del valle del Arroyo de Peña Jardinera observábamos grupos de senderistas que se acercaban al corredor sur de La Maliciosa por un itinerario que yo ya conocía (por ejemplo, en el plan 2), y ya entonces suponía una novedad para una cima muchas veces hollada antes; ahora transitábamos por esta nueva cuerda solitaria (no nos cruzamos con nadie), y pensábamos en esa anterior ruta de abajo como entonces habríamos pensado en la primera ascensión desde Manzanares el Real por las pistas de la Pedriza. Vas conociendo a una montaña como vas conociendo un disco, una película o incluso a una persona: no es verdad eso de que con la primera vez ya conoces todo, ni mucho menos; de hecho, siempre queda algo nuevo por ahí...



La otra "gracia" de la Cuerda de los Almorchones estuvo en la posibilidad -lograda- de subir también al Peñotillo Bajo por las dos caras de la cuerda, por tanto sin rodearlo renunciando a la cresta estricta. Eso además nos permitía explorar nuevas trepadas, haciendo más entretenido el itinerario, jugando a "escalar". Todo parecía indicar que podríamos recorrer el cordal completo, de la manera más "elegante" posible...



...Pero no. Al llegar al punto del corredor del Peñotillo Alto en que hay que abandonar éste por una de sus paredes, ésta estaba -como ya he dicho- cubierta de hielo por la zona de trepada accesible. Ahí tenemos a Iván comprobando que incluso en un posible punto alternativo el verglas impedía una seguridad completa:



Así que a renunciar, y en este punto vino el momento de frustración: Otra vez una excursión no completada, otra vez una idea a la que renunciar, y otra vez una vía que, por haber sido visitada dos veces en menos de cuatro meses, habrá que dejarla olvidada un tiempo hasta que no parezca repetitiva y vuelva a apetecer (y ahora con la Cuerda de los Almorchones ya "desvirgada" y no "descubrible")...





Al final, la ascensión (que definitivamente fue a la propia Maliciosa) se convirtió en una esforzada y nada ortodoxa "trepada mixta" en canchal, enebro rastrero y nieve / hielo. Una cutrez en plan agreste, vaya. Como tantas veces hemos hecho. Al cansancio de las trepadas exploratorias del Peñotillo Bajo se unió el tránsito por el canchal salpicado heterogéneamente de nieve dura, procurando no pisar sobre hielo.





Tuvimos el privilegio de llegar a la cima totalmente solos, cosa insólita en esta montaña un domingo, de no ser por que ya eran las cinco de la tarde en pleno invierno. Continuamos disfrutando del conocido pero siempre bonito paisaje nevado, y completamos una excursión por una zona tan transitada de Guadarrama sin llegar a cruzarnos absolutamente con nadie, salvo llegando ya al Puerto de Navacerrada... ¿quién dice que eso es imposible...?







En fin, que a pesar de todo la sensación general acabó siendo, como siempre que salimos al monte, positiva. El día que logremos finalizar lo que nos hemos propuesto de inicio ya va a ser la bomba...