domingo, 5 de febrero de 2012

Gerald Durrell: La comedia de lo cotidiano, o escapar sin huir

Antes de que termine “Los conquistadores de lo inútil” y lo refleje por aquí, no quiero olvidarme del libro que había leído antes, “Un novio para mamá y otros relatos” de Gerald Durrell, porque para mi gusto tiene mucho del tipo de medicina que trato de recetar en este blog.

Es cierto que el zoólogo y escritor Gerald Durrell encaja en parte con el ideal de literatura evasiva gracias a sus obras ambientadas en las exóticas expediciones africanas, sudamericanas y oceánicas en busca de animales, e incluso en su más conocida descripción costumbrista pero bucólica de la isla griega de Corfú. Sin embargo, de lo que quiero hablar aquí es de cuando este irónico observador de la vida lograba dar la vuelta al mundanal ruido en escenarios rutinarios, convirtiendo ese ambiente, nada paradisíaco, en algo con lo que uno puede divertirse en vez de agobiarse (que es la reacción en la que caemos muchos, provocando en nosotros la necesidad de huir). La medicina es, en este caso, el sentido del humor.

Es admirable la manera en la que Durrell consigue captar la parte cómica de las situaciones embarazosas, y también como, con imaginación, lleva sus anécdotas personales a extremos inventados para darle más vidilla al asunto. Y describiéndolo todo con el mismo naturalismo con el que se acostumbró a explicar la vida de las diferentes especies animales que observaba, dotó a sus relatos de un tono sencillo, familiar, delicioso y agradable, perfecto para poder desconectar, o bien de la gris verdad, o bien del sensacionalismo con que se pretende distraernos de aquella.

“Un novio para mamá y otros relatos” es uno de los dos últimos libros que le regalé a mi madre. Creo que no tuvo tiempo de llegar a leer todos los relatos, pero una vez que he comprobado por mí mismo cómo es el libro, me consuela pesar que al menos pudo sonreír un poco con él en aquellos momentos, como así me lo confirmó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario