Hace mucho tiempo que no escribo sobre música. No ha habido grandes cambios en mis preferencias; algunos de los grupos que vengo siguiendo desde hace años han sacado disco nuevo, en general sin mucha pena ni gloria; he conocido más bandas interesantes en mi estilo preferido actual; y me he atrevido a explorar otros géneros, confirmando en unos casos que por mucho que lo intente con determinadas cosas no puedo, pero que con otras debería atreverme más a menudo, pues resulta que hay cosas muy buenas (sean muy conocidas o no) que pueden gustarme más de lo que habría imaginado.
De los grupos que solía seguir, Dream Theater sacaron su tercera decepción discográfica consecutiva, con lo cual ya no es decepción, aunque esta lleva el agravante de ser su disco homónimo. En cualquier caso, lejos de los exagerados vapuleos que se pueden leer por ahí, el disco no es tan malo (lo mismo pasa con los dos anteriores), simplemente está muy por debajo de lo que solían ser, pero se aguanta. Es más, la suite final del disco cada vez me gusta más (aunque con casi todo el resto del disco me pasa lo contrario, cada vez me aburre más).
Muy de soslayo se ha hablado del último disco de The Flower Kings (¡que para eso es un grupo "de culto"!, vaya tela), pero curiosamente no ha sido por desprecio, sino que de hecho parecen haberlo recibido en ciertos medios con más condescendencia que yo. Efectivamente, coincido con ellos en que supera al anterior disco de la banda, pero de nuevo es otro caso de grupo que ya no es lo que era, y la decepción pesa más que la, en cualquier caso, innegable calidad (que no brillo o genialidad, como antes).
Sin embargo, la crítica ha sido severa con el último disco de Ayreon, y a mí es el que más me gusta de los tres hasta ahora mencionados, creo que con diferencia. Su único defecto, para mi gusto, es que hay poco de nuevo u original en él (que no es leve defecto), pero por lo demás me parece una gozada, que recopila con calidad y gancho buena parte de las características que más me gustan del rock progresivo en general y del proyecto de Arjen Lucassen en particular. Se le reprocha que las ideas están poco desarrolladas, que duran poco y cambian de manera brusca; bueno, a mí eso no me molesta, al menos en este caso, aunque también se me ocurren otros discazos de estructura “loca”, como el “Amarok” de Mike Oldfield. Más cansino me resulta el anterior de Ayreon, “01011001”, del que sin embargo se habló creo que excesivamente bien. Supongo que será cuestión de gustos.
No sabría decir cuáles son exactamente los grupos de rock prog que he conocido desde que no escribía una entrada de música, pero los dos que más gratamente me han sorprendido últimamente son Magic Pie y Big Big Train. También me gustó un disco de uno de los miembros de The Flower Kings, Hasse Fröberg Musical Companion, por cierto por momentos más heavy de lo que esperaba, así como otro de un grupo que vi como teloneros de Theater y que entonces no me llamaron la atención pero ahora sí, Bigelf (variados, auténticos y añejos). También me ha gustado bastante el último disco de Steven Wilson.
Y para evitar estar siempre escuchando lo mismo, y dejando a un lado escarceos con cosas más o menos alejadas de todo esto (Madredeus, o también un tal Steve Harris que nada tiene que ver con el bajista de Maiden y que hace jazz con guitarra acústica y sonido brasileiro), me he adentrado en diferentes variantes del rock y del pop a las que no estoy habituado. Lo he intentado con Mogwai, y aunque por momentos me parece que tienen su aquel, en general me acaban aburriendo un poco. Más o menos lo que me ha pasado con And So I Watch You from Afar. Menos todavía me han dicho los Pixies. Y menos aún, un grupo español actual del que se hablan maravillas, pero que yo no logro soportar: Triángulo del Amor Bizarro. De nuevo será cuestión de gustos. Por el contrario, me han encantado The New Pornographers, y más aún los discos en solitario de Neko Case. También me han sorprendido gratamente Of Montreal. A algunas cosas de Yo La Tengo les voy pillando un poco el punto sin que me maravillen; me gustan más en sus canciones más acústicas que en las rockeras (y algunos momentos me siguen resultando infumables). Y me llamó la atención como canta Sallie Ford, así como su estilo añejo, aunque al escuchar entero un disco suyo me parece que va perdiendo fuelle.
Pero al final, yo voy a lo mío, y lo que estoy deseando es que Transatlantic saque su cuarto disco, para lo que apenas quedan unos días. Eso sí, lo espero con cierta prudencia, por aquello de las numerosas decepciones de últimamente, y de hecho no acabo de tener muy claro de qué manera podrá sorprenderme este grupo de nuevo… Probablemente lo harán más en directo (para lo cual también queda poco). Y también está el regreso de Mike Oldfield: Sí, voy mucho a lo pasado de rosca, qué se le va a hacer. Además en este caso es difícil esperar ninguna maravilla, pero bueno, no deja de ser el tito Mike…
Por añadir algo de “sustancia” a algo que parece una entrada más recopilatoria que otra cosa, diré un par de cosas más. Cuanto más aprovecho las múltiples opciones que ofrece Internet para conocer un abanico muchísimo más amplio de música del que nunca imaginé que tendría acceso, menos me creo a los que dicen que les gusta oír “de todo”… ¿acaso sabes “todo” lo que hay?… ¡es inabarcable! Y como lo intentes, es imposible que te llegues a saber de memoria a todos los grupos y artistas. ¡Si hasta los subgéneros son infinitos! Y es prácticamente imposible que te guste todo; todo el mundo tiene excepciones, cosas que no traga, ya sean muchas o pocas (en mi caso son muuuuuuchas). Sería más acertado decir que te gusta escuchar "cosas distintas". Eso sí, cada vez entiendo menos que la gente se conforme con las rutinarias listas limitadísimas de canciones que se suelen poner en la mayoría de las radios; a mí me produce un gran sopor oír una y otra vez las mismas canciones, incluidas algunas que me llegaron a gustar mucho. Prefiero con creces escuchar todos los discos diferentes que pueda, repetir lo menos posible, salvo con mis estilos y grupos preferidos. Por otro lado, me gusta conocer grupos sin ser consciente de si tienen o no tirón mediático o éxito comercial, para no prejuzgarlos según esto (positiva o negativamente).
Y luego está lo de los críticos de los medios, y el afán de objetivizar lo subjetivo, sobre todo cuando las opiniones vertidas son tan radicalmente negativas o positivas. Salvo que trates de grupos realmente o muy claramente buenos o malos, en el resto los que escriben en páginas especializadas y demás me parece que son demasiado categóricos en sus conclusiones, lo que te llega a hacer dudar si no será que no tienes ni puta idea por el hecho de que te gusten ciertos grupos o discos, o porque no te gusten otros considerados casi como sagrados por algunos… Pero bueno, está claro que vivimos en un país de pocos matices.
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