domingo, 30 de marzo de 2014

Cuando el escenario se convierte en el decorado de fondo



La Sierra de Guadarrama desde Madrid...

Montañas desde las que observar paisajes. Montañas desde las que observar otras montañas. Montañas que son escenario, o incluso protagonista de la función. Montañas desde las que la lejana ciudad queda empequeñecida, y olvidados momentáneamente sus cargas y agobios.


...y Madrid desde la Sierra de Guadarrama.


Montañas que habitualmente son el decorado de fondo; a veces ni eso: para muchos pasan desapercibidas. Lo importante está en primer plano. Lo que ha elegido el ser humano en su progreso va por delante. Mejor las cargas y los agobios, a cambio de lo demás.



Pero cuando las montañas han pasado de estar bajo los propios pies (con botas o con crampones) a ser el decorado de fondo, es difícil llegar a ponerse en el lugar de quienes nunca las hollaron. Las miras desde lejos, y aun estando veladas por la contaminación que al parecer preferimos y que malogra las fotos, no puedes hacerte a la idea del punto de vista indiferente hacia ellas. Aun habiendo perdido la costumbre. Incluso aunque las últimas veces que hayas ido, en realidad no estuvieras allí, sino más bien pensando en volver cuanto antes: La función ahora está en otro escenario. Pero algún rincón de la cabeza sigue anhelando lo mismo. Lo malo es que el corazón ya no tanto.

Lo malo o no, porque tal vez no haga tanta falta como pensaba. Bueno, vale, el Atleti últimamente también ayuda más a distraerse…

1 comentario: