Las listas populares del Spotify me resultan tan cansinas
como cualquier radio fórmula, pero, también como en esas emisoras, hay
canciones que se llevan la palma, más por insistentes que por malas.
Hace unos días, en la oficina, aguanté una de esas listas
puesta por uno de los compañeros hasta que apareció por enésima vez la
cantinela repetitiva del “Bad Romance” de los coj… ¿La solución? Como suelo
hacer en esos casos, ponerme los casos y escuchar mi propia música…
¿Y con qué lo contrarresto esta vez? De repente, una
bombilla se encendió en mi cabeza. ¿Y por qué no con algo que no muestre
inquina hacia la diva autora del jitazo antes mencionado? Es decir, con algo en
lo que ha participado ella misma: Recordé que la señorita Stefani Joanne Angelina Germanotta había grabado recientemente un disco de jazz nada menos que
con Tony Bennett…
…Pues vaya gozada de disco, oigan.
No es que yo sea un oyente habitual de este tipo de música, ni que el disco sea
muy innovador ni especialmente original (son todo versiones), pero resulta que
la chica tiene (como ya me parecía) un talentazo enorme para la música, y canta
de maravilla. Una lástima que esté tan desaprovechada en pos del éxito
comercial; o bien lástima que para lograr ahora ese éxito haya que recurrir a
ese electro-pop tan imitativo y poco imaginativo que triunfa actualmente; una
pena que no hayan cundido más ejemplos como el de Amy Winehouse (sí, tampoco me
parecía nada mala) o Adele.
En cualquier caso, con este disco la amiga Stefani podría haber pasado
de merecer el nombre artístico que usa habitualmente, basado en el título de
uno de los éxitos más comerciales y menos brillantes artísticamente de Queen, a
merecer casi el de Lady Bohemian, o (más apropiado por el estilo) Lady Melancholy.
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