domingo, 12 de abril de 2015

¿Existe realmente este lugar…?




¿…O tan sólo forma parte de mi imaginación, de una especie de ensoñación?

En las cuatro veces que he estado en los tres circos glaciares de Pinilla más al oeste del de El Nevero, nunca me he encontrado con nadie, ni tan siquiera con alguna señal o huella de que haya habido alguien allí recientemente. Que esto ocurra en una de las zonas de paisaje glaciar más importantes y espectaculares de una sierra tan masificada como Guadarrama, me hace pensar que acceder allí casi parece como entrar en otra dimensión, y de ahí la fantasía o el juego de imaginar que, salvo por el hecho de que una de las veces fui con un amigo, nadie podría confirmarme de primera mano que el lugar exista más allá de mis recuerdos y fotografías (subrayo lo de primera mano, porque obviamente el lugar es conocido y está documentado sobradamente).





En ese ejercicio de irrealidad supuesta ayuda la propia configuración del paisaje, con un modelado glaciar que por sí mismo ofrece siempre una estética especial, aislada, evasiva, más que la que de por sí tiene el campo, y de mayor énfasis al ser un tipo de formación relativamente escasa en Guadarrama. Si a eso le añadimos la puesta de sol, la noche, la luz de la luna y la nieve, con la claridad especial y las sensaciones de ensueño que se da en esos casos, el cuadro casi onírico queda completado.






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