martes, 23 de noviembre de 2010

Cumplida escapada 97: "Dramarama" (Agents of Mercy)



Generosidad. Esa es para mí la cualidad más destacable del músico sueco Roine Stolt. Es innegable su talento, apreciable su cultura y buen gusto musicales, muy notable su habilidad como guitarrista, sobresaliente su ingenio como compositor, y curiosa su original personalidad. Pero por encima de todo destaca su entrega, no sólo por su constante trabajo en diversos y complejos proyectos (el rock progresivo no es precisamente una música fácil de elaborar), sino sobre todo por su apertura de alma: no se encuentra en toda su obra ni un solo atisbo de frialdad o de rutina. Siempre expresa (o parece expresar) lo que más hondamente siente, de manera honesta. Y lo que siente es una firme creencia en el bien, en los valores positivos del hombre. Y el resultado es siempre un estilo y un sonido mágicos, impregnados de un áura especial, sean cuales sean los parámetros dentro de su amplia versatilidad. Y lo mejor es que no logra esas cotas de calidad siendo selectivo, publicando lo justo o lo mejor, sino todo lo contrario: es extraordinariamente prolífico; Un músico que lleva cerca de 40 años creando música no suele mantener tal frescura de ideas.

En el caso de Agents of Mercy he podido volver a disfrutar de una nueva muestra de lo que digo. Otra sorpresa más (o tal vez ya no), que se une a las anteriores de The Flower Kings, Transatlantic o Kaipa. Cada uno de esos grupos tiene una definida personalidad, bien diferente de los otros... y todos me encantan. Y en el nuevo caso he vuelto a sentir la magia del descubrimiento.

Aunque la mayoría de las canciones de "Dramarama" las compone Stolt, no se me parece a The Flower Kings, salvo en un par de momentos; es verdad que el primer tema, "The Duke of Sadness", engaña en ese sentido, con una melodía inicial que sí me recuerda a aquel grupo. Pero el resto, sin estar muy alejado del estilo de Stolt, suena a otra cosa, a otro tipo de magia sonora, en general más sutil o ligera. Y vuelve a ser una gozada. Sobre todo para saborear con calma, con los cascos y tumbado en la cama, logrando escapar relajadamente, llegar a un estado verdaderamente armonioso. De verdad que ha logrado atraparme.

Pero además las canciones compuestas por el cantante de la formación, Nad Sylvan, también son estupendas, con otro estilo personal pero perfectamente compatible con el de Stolt; son temas en general algo más pop, más pegadizos, y de una gran brillantez melódica, muy bonitos. Desde luego, es también un músico brillante y singular, que además tiene una voz peculiar, por momentos de estilo similar al de Peter Gabriel en los primeros tiempos de Genesis, pero con un curioso toque de profundidad en determinados tonos; mezcla sutileza o dulzura con ese timbre casi tirando a visceral que le sale a veces.

Nuevamente hay que destacar, como en todo proyecto de Stolt, la combinación de virtuosismo y elegancia , de técnica y meticulosidad, de vistosidad y sutileza; en este caso probablemente en un tono más relajado de la media. El aspecto instrumental concreto que más me ha llamado la atención ha sido el teclista, Lalle Larsson: realmente espectacular y sorprendente, con un técnica y un sonido tan impresionante (por veloz) como personal; hay momentos de hammond y moog realmente increíbles.

El grupo está publicitado en internet como un exponente del espíritu "retro", de la recuperación, en este caso, de la esencia del rock experimental de finales de los 60 y principios de los 70. Pero esto lleva a una paradoja. Porque con la idea retro uno esperaría sentirse trasladado imaginariamente a la época hippie o inmediatamente post - hippie. Pero el rock progresivo en particular está concebido como una música atemporal, con la aspiración de sonar igual en cualquier momento, de no envejecer. Y esa es exactamente la sensación que he tenido con "Dramarama": Me ha sonado perfectamente vigente. O eso, o estoy muy desfasado (de lo cual me alegro, visto lo que está de moda habitualmente...). Supongo que lo que le hace gracia a la gente de la idea "retro" es que realmente suene antiguo. A mi lo que me impresiona es lo contrario, descubrir cosas de ELP o Genesis que nunca habría imaginado que ya se hicieran en aquella época. Y que músicos actuales lo valoren y mantengan vivo, que parezca que siempre va a seguir vigente, aunque sea para cuatro friquis. Como pensar que las pirámides de Egipto tienen más durabilidad que determindas obras arquitectónicas actuales (quizá que la mayoría de ellas).

Me resulta difícil destacar unas canciones sobre otras, todas tienen un gran nivel, muy equilibrado, sin altibajos. Me gustan mucho los detalles técnicos instrumentales y las largas estructuras de "The Duke of Sadness" y "We Have Been Freed"; Me hipnotiza el sonido enigmático y envolvente (a lo "No Quarter" de Led Zeppelin) de "Journey", con los alucinantes desarrollos de teclado; Me enganchan poderosamente los sencillos ritmos y cadencias melódicas de "Meet Johnnie Walker" y "Roger the Tailor"; Me encanta el sonido acústico, con sutil toque countrie que me recuerda a Neil Young, de "Cinnamon Tree" (precioso estribillo) y "The Ballad of Mary Chilton"; Me relajan y evaden "Last Few Grains of Hope", "Gratitude", "Time"... Todas tienen su aquel.

Músicos que sienten la música de verdad, que no pueden pasar sin seguir creando, sin seguir experimentando. Que pueden sacar un disco anual, a veces dos, a veces alguno de ellos doble, y que plasman una gran densidad de trabajo, una acumulación de detalles y perfeccionamiento por segundo grabado que supera con creces la media, que permite descubrir secretos nuevos en cada escucha. Y todo ello sin esperar grandes cifras de ventas. Lo dicho: generosidad.

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