Al igual que me pasó con el último disco de Iron Maiden, las primeras escuchas del nuevo trabajo de Virgin Steele me han obligado a darle más tiempo. Desde el primer momento me ha sabido a poco, pero reconociendo al mismo tiempo que tenía bastantes elementos de calidad, así que no quería precipitarme en esa decepción inicial. Había que comprobar qué pasaba al pegárseme más las canciones.
Y al igual que con el mencionado disco de Maiden, el esfuerzo no ha supuesto una gran recompensa. No es que "The Black Light Bacchanalia" me parezaca malo, ni mucho menos, o que no me guste, es que no me motiva como lo hacían sus discos de hasta hace diez años, ni de lejos.
El disco me agrada, tiene ese estilo tan característico del grupo que mezcla sinfonismo, melodía y sonido pesado, las composiciones tienen un más que aceptable nivel de calidad, y la limpieza del sonido y mezclas es bastante buena. Pero le falta mucho para llegar al sobresaliente nivel de la banda a finales de los 90.
En aquellos "Marriage of Heaven & Hell, Part 2 " (1995), "Invictus" (1998) o "The House of Atreus, Act I" (1999), el líder del grupo David DeFeis había alcanzado la plenitud como compositor en su idea de llevar el heavy metal a la mayor dimensión épico - sifónico - progresiva posible; había dado con las teclas de la combinación perfecta de ingredientes, y para mi gusto había grabado los mejores discos de la historia del grupo, sin desdeñar su también destacable pasado desde comienzos de los 80, cuando tiraban a un sonido más directo y heavy, a veces incluso hard rock.
Pero creo que a estas alturas la fórmula, si no agotada, está algo manida, y ya no me sorprende. Ya el "The House of Atreus, Act II" (2000), si bien mantenía muy dignamente el nivel, no suponía una subida a un escalón más alto, y desde luego "Visions of Eden" (2006) fue un bajón claro. Con este nuevo disco se confirma la tendencia, con matices.
La canciones de "The Black Light Bacchanalia" me parecen más trabajadas que en "Visions of Eden" en cuanto a la complejidad de las estructuras, con más cambios de ritmo por ejemplo, pero melódicamente me parecen menos brillantes que en el anterior disco. Con respecto al sonido, que es bueno en cuanto que me agrada al oído y está todo mezclado con claridad, me parece que le falta algo, no sabría decir si pegada, énfasis o autenticidad, como también le pasaba a "Visions of Eden". Aunque en general han corregido algo la falta de fuerza de las guitarras rítmicas del anterior, sigue sonando algo artificial, como si se notara quizás el sonido de la programación informática previa que tanto se usa tanto ahora en las primeras fases de grabación de discos, aunque finalmente se revista de los instrumentos reales.
La conclusión es que está todo bastante bien, pero no me impresiona ni me sorprende como los discos antes mencionados, ni mucho menos. El grupo se ha quedado estancado en la idea épico - melódico - sinfónica, con menos variedad de unas canciones a otras, con pocos detalles realmente progresivos como los amplios solos de piano de "The House of Atreus" (y eso que, como acompañamiento, el piano suena ahora más), y desterrada totalmente la vertiente hard rock que aún aparecía eventualmente en los "The Marriage of Heaven & Hell".
En fin, todo tiene sus épocas doradas, y también sus fechas de caducidad.
P.D.: Dicho lo cual, ahora mismo lo estoy escuchando mientras escribo esta entrada, y en general lo estoy disfrutando. Lo mismo es cuestión de darle aún más tiempo... a ver si voy a tener que reescribir el post...
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