miércoles, 16 de noviembre de 2011

Abortado plan 127 debido a una cacería



…Y el caso es que, de todas las veces que me ha ocurrido esto o algo parecido (fincas privadas), es la que menos frustración recuerdo que me haya causado, tal vez porque el plan fuera la tercera o cuarta opción tras haber barajado posibilidades el día anterior, tal vez por causas más complejas y profundas. Casi lo que más me incomodaba y trastocaba era tener que poner en marcha la imaginación para improvisar una quinta opción (limitada, claro, a la zona concreta en que me encontraba) que me resultara satisfactoria. Y, como siempre en estos casos, la impotencia.





Finalmente, se me ocurrió subir a La Najarra por un lugar que tengo planeado desde hace tiempo como opción para hacer con nieve (si es que llega a formarse la suficiente), los canchales de su cara noreste, y explorar así previamente la zona para imaginar el terreno con el manto blanco, posibles lugares de vivac, etc. Al ser al mismo tiempo una preparación de un plan futuro y una ascensión que por sí misma resultaba entretenida por lo agreste (sin sendas ni hitos), tuvo su aquel. Por otro lado, fue un agradable día otoñal.







Sobre lo de las cacerías, es un tema tantas veces reflexionado que ya me da pereza dar mi visión del asunto. Lo único que tengo claro es que a mí me gusta disfrutar de la vida tratando de no fastidiársela a los demás, y es obvio que a otros eso les importa un bledo; casi se diría que les satisface sentirse dueños de la libertad del resto.





2 comentarios:

  1. Preciosas fotos las tres anteúltimas.

    Creo que lo importante es ser feliz, en cualquier circunstancia, y que los demás nos fastidien o no, en parte, también depende de como nos lo tomemos. Somos unos y otros y no colisionar o no friccionar es imposible. Otra cosa es la falta de respeto... pero estar limitados por los otros, imposible de evitar.

    Saludos,

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  2. Pues también es verdad, aunque cuidado con los límites, que pueden ser muy distintos dependendiendo de quien los fije, y del conformismo de quien los acepte... Dicho de otra manera, el límite suele pasar por donde decida quien más fuerza (en este caso escopetas o pasta para pagar la montería) tenga, más allá del sentido del respeto...

    Un saludo.

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