martes, 20 de enero de 2009

Escapada planeada pero no reflejada antes aquí: Alto de las Guarramillas con esquís de travesía.

De Travesía Guarramillas


ADVERTENCIA: El montañismo es una actividad que supone riesgos. No debe realizarse sin la experiencia (o en su defecto guía / monitor) y el material adecuados. El autor se exime de toda responsabilidad sobre cualquiera de las posibles decisiones que pudieran tomar al respecto quienes lean esto, y por tanto de sus consecuencias.

De Travesía Guarramillas


En esta ocasión, la escapada estaba planeada, pero no me había dado tiempo a reflejarla aquí antes de llevarse a cabo. Además, tampoco tenía claro si tenía entidad como plan de escapada, pues más bien se trataba del aprendizaje de una técnica, de una clase práctica. Una vez realizada, sí que me transmitió sensaciones propias de una buena escapada.

De Travesía Guarramillas


Por una parte, en medio de la clase, buscando una buena ladera para practicar el descenso, no pudimos evitar (al menos yo) ilusionarnos con la idea de hacer nuestra primera ascensión (y primer dosmil) con esquís de travesía. Así pues, seguíamos subiendo, y subiendo, y subiendo... y hasta arriba. Y lo cierto es que me agradó la técnica (no tanto a mis espinillas). Tenía la sensación de que una nueva puerta se abría en mi afición por la montaña, con inimaginables (o sí) objetivos nuevos para el futuro.

De Travesía Guarramillas


Otro aspecto curioso fue el de percibir sensaciones muy nuevas en la enésima excursión por la sierra. Tantísimas caminatas por aquí, tras muchos años, con el familiar paisaje, los elementos de siempre (las fotos, el chocolate, la noche echándose encima...), y sin embargo, el regustillo final era el de haber hecho algo totalmente nuevo. No es que necesite ampliar mi repertorio para seguir deseando volver a la montaña, pero sin duda es un aliciente.

De Travesía Guarramillas


La conclusión final la comentamos Ángel y yo al final del día. Es un privilegio (y una suerte) haber podido ir descubriendo el mundo de la montaña durante tantos años de manera tan natural, tan paulatina, en absoluto forzada ni como parte de una moda. Descubrir tu amor por este ambiente poco a poco, iniciándolo movidos por la curiosidad, por el afán de explorar, por la atracción hacia la naturaleza y los paisajes, y ajenos a organizaciones o empresas de alpinismo, nunca entendiéndolo como actividades meramente deportivas o de enfoque anti - estress laboral, ni como pasarela de lucimiento de ropa de última moda en "flipatex", o salón de tecnología (que una cosa es aprovechar esos avances cuando y donde hacen falta, y otra es no salir a la montaña en épocas benignas de manera más sencilla). Y avanzando en la magnitud de lo conquistado poco a poco, difrutando de cada etapa como si coronásemos el Everest. Y pudiendo seguir disfrutando de Guadarrama tras haber conocido los Alpes. Y así, poco a poco, vamos añadiendo experiencias nuevas a nuestra vida montañera. A nuestra montaña particular, que esperamos no dejar de subir nunca... quién sabe qué cima nos espera... Es lo de menos; lo que importa es la vía.

De Travesía Guarramillas


Descripción técnica de la ascensión.

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