"Todos somos mucha gente, todos llevamos a muchos dentro, personas con los mismos recuerdos que nosotros que nos van ganando terreno y al final nos sustituyen. En eso consiste la madurez. En no reconocerse". (Los años extraordinarios, Rodrigo Cortés)
domingo, 2 de mayo de 2010
Cumplido plan 75: "¡Eh, Petrel"
A partir de este momento, establezco "¡Eh Petrel! Diario de un navegante solitario" como la biblia o la piedra filosofal de ¿Viviendo o Escapando? Pocas veces antes he leido un libro que reúna tantos elementos comunes con mi actual manera de percibir el mundo y mi lugar en el mismo. Son tantas sensaciones, tantas reflexiones, que entiendo y comparto con Julio Villar, y tal la envidia que tengo por no sentirme capaz de hacer algo si quiera lejanamente similar a su extraordinario viaje, que no puedo dejar de destacarlo en este blog, acaso deseando que estas cibernéticas páginas se impregnen de parte de su espíritu, y ayuden a transimtir esta filosofía de vida.
No sólo es el valor de la hazaña conseguida (más de una vuelta al mundo en un velero ligero de travesías cortas). No sólo es el espíritu aventurero, el sabor de la libertad, o el escapismo simplemente físico. Es la sensibilidad, la apreciación de todas esas cosas de la vida que el ser humano se ha olvidado de valorar. Es la poesía de la vida, la grandeza de las cosas pequeñas, y la posibilidad de sentir que acaparamos la inmensidad. Es la naturalidad y la falta de prejuicios de otras culturas. Es la desnudez del alma. Es el contraste entre el mundo que hemos creado y aquel que nos olvidamos de entender hace siglos. Es la inmensa riqueza de no tener nada. Y es, también, el dilema entre lo que se gana en el viaje y lo que se deja atrás: la duda que plantea el nombre de este blog, o esa otra de: "¿Aquí... o allí?".
No puedo decir mucho más, solamente recomendar encarecidamente la lectura del libro a quienes compartan la filosofía de este blog, porque en sus páginas está todo dicho, y nada podría añadir yo. En el enlace de arriba, con el nombre del autor, podéis leer más acerca de "¡Eh Petrel!" Si tuviera que reflejar aquí las citas que merecen la pena del libro, la entrada sería kilométrica. Sólo abriré el apetito con el primer párrafo:
"Me voy. Largo amarras. La vida es mía y la tomo por la mano para irnos por ahí. Dejo atrás todas las cosas que no me gustan. Las cosas absurdas. Los señores que prometen con gestos paternales, los sistemas que envuelven y que hipotecan las alegrías de la vida."
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Tomo nota... me lo leeré. Me interesa lo que dices que cuenta!
ResponderEliminar¡Ah! Y te puede gustar esto de youtube.
ResponderEliminarEmmm, siento el despiste... pero esto también te puede hacer gracia.
ResponderEliminarMe encanta este libro, me encantó hace algunos años cuando empecé a navegar, también se lo recomendaría a todo el mundo.
ResponderEliminarYa tengo el libro! Voy por la pag 67 y me está encantando!
ResponderEliminarYa me lo he acabado... y volvería a comenzarlo a leer ahora mismo. Creo que en algún momento lo volveré a leer, una y más veces. Me ha gustado, especialmente, esa libertad interior que transmite.
ResponderEliminarLos ratos de lectura han sido abstracción casi total del mundo y, como lo he leído principalmente en el transporte público, cuando bajaba y me topaba con la realidad he tenido que hacer un esfuerzo para volver a ella.
Aunque te extrañe, te diré, que esa posición ante el mundo y esa pureza, ese relativizar tantas cosas y dar importancia a otras que pasan más inadvertidas, ese no tener nada y ser rico lo obtengo hablando con Dios, meditando (pero sin hacer cosas raras, que conste: Dios y yo, como la montaña y yo, ¿el mar y Julio Villar, un viaje al interior de uno mismo?).
Me encantaría ir un día a Tarragona a hablar con él!