El mayor aliciente que puede tener para mí el cine, y más aún el género fantástico, es precisamente la filosofía escapista que ensalzo en este blog (y que no es sino reflejo de mi personalidad). Sentirme transportado a otra realidad, viajar mentalmente, poner un paréntesis a la vida cotidiana. Es justo lo que fui incapaz de sentir con esta película, al mismo tiempo que percibía con algo de rabia que los elementos del film parecían ser, sin embargo, los que buscaba. La idea básica de la película es la esencia del escapismo en medio de la realidad, la historia está llena de ingredientes brillantes e ingeniosos, y el aspecto visual es impresionante, con una maravillosa fotografía, una buena dirección artística, y unos muy logrados efectos especiales. Pero creo que la narrativa (lo más importante del cine, pues éste consiste en contar historias) es precipitada, un tanto desastrosa y caótica. De esa forma, a mí me resultó prácticamente imposible conectar con la historia, al mismo tiempo que sentía la impotencia de no poder disfrutar de todo ese buen contenido que parecía haber de fondo. En esta ocasión, en vez de sentirme transportado a los mundos imaginarios, tuve la mera impresión de estar asistiendo, desde fuera de esos mundos, a un exhibicionismo visual de los mismos, como observados por una ventana (la pantalla del cine).
Poco más me queda por comentar, por lo tanto, de esta película, que pueda aportar algo a la esencia del blog, al menos desde mi perspectiva. Si no hay escapada, no hay más que decir. De lo que sí me quedo tranquilo es del hecho de que cuatro de los cinco amigos que quedamos para ver la película nos llevamos similar decepción. Lo digo porque últimamente tengo la sensación de que no disfruto de lo que habitualmente me gusta como solía hacerlo, y no sé hasta qué punto estoy poniendo de mi parte -más o menos inconscientemente- para que sea así. Porque durante buena parte de la película tenía la sensación de ser yo el que no estaba siendo receptivo con la misma, y la verdad es que una vez comentada después con los amigos, me habría preocupado pertenecer a una minoría decepcionada. Pero no puedo evitar sentir algo de -sana- envidia al 20% que sí disfrutó.
Conste que el 20% restante también comparte tu percepción, y estaba de acuerdo con los comentarios del 80%. La única diferencia es que a pesar de la falta de hilo argumental, y otros fallos comentados, la estética de la película fue suficiente como para que no saliera del cine deseando linchar al director.
ResponderEliminarJa ja... gracias 20%, me quedo aún más tranquilo ;)
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