martes, 13 de abril de 2010

Cumplida ESCAPADA 74: Cabeza Nevada (Gredos)





ADVERTENCIA: El montañismo es una actividad que supone riesgos. No debe realizarse sin la experiencia y el material adecuados. El autor se exime de toda responsabilidad sobre cualquiera de las posibles decisiones que pudieran tomar al respecto quienes lean esto (que nunca debe entenderse como una "guía"), y por tanto de sus consecuencias.




Espero que no me toméis por Forest Gump con la metáfora que va a iniciar esta entrada...

Cabeza Nevada o Mogota del Cervunal es como el mejor de los bombones. Para empezar, tiene un aspecto más que apetecible y atractivo. Su cara norte está diciéndo: "cómeme" -o sea, "súbeme"-. Su semblante estético y altivo (a pesar de su relativa modestia) hace razonable ese aparente sinsentido inútil de subir montañas: parece estar hecha para ascenderse.



Una vez que ya estamos degustando el bombón, éste sabe muy rico: Con nieve, es una ascensión que, dentro de lo fácil, aporta mucho disfrute y satisfacción por el esfuerzo; sus pendientes casi mantenidas exigen y permiten un progreso deportivamente muy beneficioso.





Finalmente, el gusto culminante que deja el bombón es de órdago: Una de las mejores perspectivas del macizo central de Gredos, este invierno excepcionalmente nevado. No creo que la recompensa al esfuerzo sea justa o equitativa: Se sale ganando con infinitas creces (más aún teniendo en cuenta que ya antes hemos venido disfrutando, y mucho).





Qué gozada de excursión. No sé si será mi invernal culminante de ésta temporada, pero de momento (y si no hiciera ya más), me parece un gran colofón. Ésta si que ha sido una gran escapada, con momentos francamente evasivos.





Por ejemplo cuando, habiendo comenzado la ascensión final aun casi de noche, la claridad crepuscular va aumentando en medio de un escenario blanco, y se empiezan a pintar en el horizonte, tras La Serrota y Las Parameras, los colores del inminente amanecer...





...Y entonces alzas la mirada y ves que, de repente, la cima de la montaña a la que subes aparece sonrojada ¿será por que la has llamado "bombón"?...





Entonces se para el tiempo. El momento se hace mágico, indescriptible. Se queda uno absorto contemplando un espectáculo tan bello. A la luz y los colores se unen el silencio, la paz, la soledad, la quietud, el aún cercano madrugar, por cierto en medio de un lugar bien diferente al que suele traernos diariamente el despertador... Sólo te puedes sentir privilegiado ante algo así.





Te olvidas de la montaña a la que subes, de su nombre y su altitud, de por qué estás allí, de tu "objetivo", incluso de si lo que haces es montañismo... Te quedas parado unos minutos que no ocupan lugar en el reloj. Haces fotos, pero menos de las que merecería el momento, porque prefieres disfrutarlo con tus propios ojos, en vivo y en directo. Y las fotos que haces son idóneas para presumir de ellas, aunque sabes que en realidad el "cuadro" lo ha elaborado la naturaleza, no tú. De hecho, aunque luego las admiras y disfrutas en casa, también sabes que no reflejan lo vivido in situ.









Y luego la cima. Tres cuartos de lo mismo. Magia, belleza, espectáculo sobrecogedor, minutos de vida que no se gastan, tiempo que no se pierde... Y fotos, muchas más fotos: En la tarjeta de memoria de la cámara, en la retina, y en el corazón.

















De hecho, cuando finalmente desandas el camino para volver, para irte de ese lugar en el que querrías estar mucho más tiempo, echas una última mirada atrás al paisaje que tanto te ha dado, como queriendo llevártelo contigo a ese otro mundo rutinario, tan desprovisto de belleza. Vuelves la cabeza una y otra vez para comprobar que sigue allí, y que seguirá estando aunque tú te vayas, y aunque parezca una tontería, pensarlo es un inmenso consuelo.



La excursión ha sido un verdadero placer. Y aún lo digo en pretérito perfecto compuesto porque aún me resulta próxima, me la he traído a la vida cotidiana, aportándome algo más de optimismo para estos días (al menos de momento). Por otro lado, me ha ocurrido algo que hacía mucho tiempo que no sentía: al volver a casa, me notaba como desubicado, como ocurre tras un muy largo y lejano viaje... ¡y sólo ha sido un fin de semana...!















Descripción técnica de la ascensión.

5 comentarios:

  1. POESÍA HECHA MONTAÑA,.....

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  2. Preciosa descripción y preciosas fotos... ¿Has pensado en escribir un libro? Quizá ya lo hayas hecho, pero es que describes y transmites sentimientos genial.

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  3. ¡Ah! ¿Y se puede saber si eres el del gorrito rojo? ¿o eres el otro? No sé te identifica muy bien, pero es por hacerme una idea. Si prefieres no responder... ningún problema. :-)

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  4. Je je. Bueno, es fácil adivinarlo: Las fotos las hice yo.

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  5. Gracias! Aunque no te lo creas, me había hecho idea de que eras el del gorrito rojo... aunque no me cuadraba con las fotos :-)

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